Acta Académica Universidad Autónoma de Centro América |
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UNO POR TODOS
(Lema con que los huelguistas
italianos
firmaron un manifiesto
de protesta, el 24 de octubre de 1888)
En el período circundante al cambio del siglo XIX al siglo XX, se perfiló en la colonia italiana residente en Costa Rica una tendencia a aunarse y plasmar la fundación de agrupaciones de distinta índole. La transcripción literal de algunos párrafos de los estatutos de las varias sociedades permite desentrañar, en lo que concierne a discurso y contenido, las peculiaridades mentales de la época.
Al umbral de la década de 1890 era preciso que la comunidad italiana en Costa Rica, ya consolidada cuantitativamente –se ha visto que las fuentes censales de 1892 señalaban la presencia de 622 italianos- comenzara a organizarse. Así sucedió.
Es especialmente interesante mencionar textualmente algunas partes de los estatutos, por cierto bien estructurados y particularizados, de esta agrupación. En cuanto a los fines se decía: "La Sociedad Filantrópica Italiana tiene por objeto el alivio de los italianos pobres, enfermos y faltos de colocación, proporcionándoles trabajos, medios de curación ó recursos para volver al seno de su familia, cuando quedasen inhábiles al trabajo". Por lo que se refería en particular a la asistencia, se mencionaba que "Los socios pobres tendrán derecho, en caso de enfermedad, á ser socorridos en el Hospital de San Juan de Dios, durante su enfermedad ó á domicilio, y la Sociedad les abonará un pequeño diario durante su convalecencia, previo certificado del médico, y siempre que la Sociedad pueda disponer de fondos". Además, tajantemente se afirmaba que "Las enfermedades originadas por mala conducta del socio, no serán curadas por socorros de la Sociedad". En caso de muerte, "Los socios que fallecieren pobres y sin recursos serán sepultados por cuenta de la Sociedad y según su religión. La Sociedad adquirirá más tarde y cuando los fondos lo permitan, una área de tierra en el Cementerio General". En cuanto a los deberes de los socios, regían ciertas obligaciones, por lo cual "Al tener aviso de la muerte de un italiano y de un socio, sobre todo, se procurará que venga representada la colonia y esta Sociedad al entierro; y salvo impedimento, el socio que no intervenga pagará un peso de multa que entrará al activo de la Sociedad. Todos los socios se reunirán el primer Domingo de Junio para celebrar la fiesta de la Constitución Italiana". En fin, por lo que se refiere a ulteriores sanciones, se decía: "La Sociedad Filantrópica cesará sus socorros: Primero; á aquellos enfermos que sin serio motivo no cumpliesen fielmente con las prescripciones del médico y que por desarreglos destruyesen sus efectos. Segundo; á aquellos italianos sin ocupación que rehusaren aprovecharse de las que les proporcione la Junta Directiva".(1)
Apenas entrado el siglo veinte, se empezó a proyectar la necesidad de un club social exclusivamente italiano, concretándose en la fundación, en San José, del Centro Italiano. Fue el 22 de diciembre de 1905.
Los estatutos, entre otros, consignaban:
De lo anterior citado, sobresalen tres aspectos: la respetuosa incorporación de las máximas autoridades costarricenses y además –igual que en el caso de la "Sociedad Filantrópica Italiana"– el lindo recuerdo de las efemérides de la patria lejana y las constantes preocupaciones de índole ética en el comportamiento de los socios.
La primera directiva provisional del Centro Italiano fue elegida entre los socios fundadores y se conformó de la siguiente manera: Juan Bautista Nigro Ronchetta (Presidente), Carlos Cercone Lucente (Vicepresidente), Silvio Rossi Flavia-Grassi (Secretario), José Siervo Reale (Prosecretario), y en calidad de Vocales José Grugnoli Poggi, Víctor Bertolini Ferrari, Lorenzo Padovani Fioravanti, Jaime Borserini Bonazzi y Víctor Stancari Amadei. Los demás socios fundadores fueron: Alfredo Andreoli, Gustavo Bardini, Toribio Bardini, Francesco Baroni, Attilio Bertolini, Sanzio Bertolini, Torquato Bertolini, Giuseppe Bessutti, Severo Boggio, Gustavo Boni, L. M. Bovebato Visconti, C. Bresciani, Giuseppe Brunetti, Vincenzo Bruno, Aristide Buganza, Duilio Caleffi, Pedro Canale, Antonio Carboni, Antonio Colombari Di Carlo, Vincenzo Corazzari, Pietro Paolo Crescenso, Simone Elessat, Domenico Falamischia, J. T. Falamischia, Angelo Ferco Garofalo, Francisco Ferrando, Antonio Giusti, Luigi Lodi, Francisco Maragliano, Lorenzo Matelli, Pascual Mauro, Ferdinando Mazzali, Eduardo Micheletto, Pascuale Micoli, Juan Moiss, Sigismundo Molinari, Eutichiano Montagnini, Ernesto Monteverde Dillepiani, Carmen Murolo, Giovanni Murolo, Nicola Patitucci, Rogieri Poltronieri, Luigi Prasca, Santiago Sabatino, Luis Saniboni, Luciano Sartoresi, Felice Scaglietti, Luigi Segala, José Siamor, Andrés Steiner, Anselmo Zapparoli.(3) Se ha tenido noticia de que este club italiano se extinguió en 1920.(4)
Desde los mencionados listados de socios fundadores de las primeras agrupaciones italianas, saltan inmediatamente a la vista algunos apellidos ya conocidos y muchos nuevos. Entre los años finales del siglo XIX y los primeros del siglo XX, las inmigraciones italianas en tierra costarricense perdieron su carácter definido (o bien aislado y cuantitativamente insignificante u otrora masivo y cuantitativamente relevante) y presentaron un panorama más abigarrado, al igual que más complejos se estaban conformando los varios contextos: el costarricense, el italiano y el mundial.
Por lo tanto, es importante divisar otros grupos de inmigrantes italianos en Costa Rica:
Por último, adelantamos que el estudio de un Censo Municipal de 1904 nos ha permitido corroborar las variables cualitativas, la procedencia y la conformación de un esquema de la ubicación social y ocupacional de los emigrados italianos. Es factible entonces suponer que el alto grado de este último ítem ha posibilitado, junto al aspecto cuantitativo ya mencionado al principio del presente artículo, la fundación de estas primeras sociedades italianas.
[*] | El presente artículo es el quinto que publica Acta
Académica, los otros han aparecido en los números siguientes:
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(1) | Todo lo referente a la fundación de la "Sociedad Filantrópica Italiana" se encuentra en República de Costa Rica. Colección de las disposiciones legislativas y administrativas emitidas en el año 1890. (San José, Costa Rica: Tipografía Oficial, 1891) pp. 202210. |
(2) | La Gaceta, (San José, Costa Rica: N°12, 16 de enero 1902) pp. 4750. |
(3) | La Gaceta, (San José, Costa Rica: N°2, 4 de enero 1906) pp. 1 y 2. |
(4) | Adriano Arié. "Relación histórica de la Colonia Italiana en Costa Rica" En: Varios Autores, República de Costa Rica. Su historia y desenvolvimiento cultural, agrícola e industrial. (San José, Costa Rica: Imprenta Gutenberg, 1935) pp. 326. |
[I] | La agrupación con fines filantrópicos |
[II] | La agrupación con fines sociales |
[III] | Nuevos perfiles en la inmigración italiana en Costa Rica |
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Notas de pie de página | |
Bibliografía | |
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Acerca de la autora | |
Acerca de este documento | |
Principio Indice Final |
Rita Bariatti <rimolo@racsa.co.cr>
Referencia: | Bariatti, Rita: La inmigración italiana en
Costa Rica (Quinta Parte), Revista Acta Académica, Universidad
Autónoma de Centro América, Número 25,
pp [141144], ISSN 10177507, Noviembre 1999.
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Internet: | http://www.uaca.ac.cr/acta/1999nov/rita.htm
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Autor: | Rita Bariatti mailto:Rita%20Bariatti%20[1999nov-rita]%20<rimolo@racsa.co.cr>
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Contacto: | Apdo 6459-1000, San José Costa Rica Tel: (506) 234-0701 Fax: (506) 232-0475 |
Revisión: | UACA, Noviembre, 1999 |
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